RSS

1.04.2010

La síntesis*

Mire el piso y me percate que había una serie de pedazos de cristales rotos, cristales que reflejaban muchos colores, camuflando ideas, emociones, sentimientos. Estaba rota la burbuja que siempre había cuidado y fortalecido durante el tiempo, aquella que cree en años, meses y horas, ahora era nada. En días había comenzando a desmoronarse hasta acabarse por completo. Caminé y me enterré sus trozos en los pies. Curioso, se supone que lo que uno construye no debería lastimarte, creo que lo que duele es que te lo destruyan, es que no valoren esas cosas, las pasen a llevar, no las nutran.

Comencé de cero. Aquí vamos de nuevo. Amarre mi muñeca a un globo y cerrando los ojos me deje llevar nuevamente. Mis pies dejaron el contacto con el suelo, con los cristales rotos, ya era una catarsis mi alma y no estaba dispuesta a seguir con eso. Me eleve nuevamente lentamente a esos lugares que solo puedes alcanzar y llegar con la imaginación, y es que la mente es la única capaz de ser libre, de realizar cosas gratis, de crear utopías y sueños alcanzables, donde puedes lograr que aquellos que se odian se amen, donde puedes destruir el sistema y puedes acabar con las injusticias y con todas aquellas cosas que pierdes o no son valoradas.

Y de todo esto resulto algo increíble, la burbuja comenzó a armarse nuevamente… pero con una diferencia. Te incorporo esta vez a ti.

0 comentarios:

Publicar un comentario